23 de octubre de 2025
SANRAVAL · Rancagua. En un hito para la Región de O’Higgins, la capital regional estrenó una flota de 10 buses eléctricos que modernizan el sistema de transporte público urbano, integrando confort, accesibilidad y eficiencia energética. El proyecto, impulsado por el Gobierno Regional junto al Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, posiciona a Rancagua como una de las primeras ciudades fuera de Santiago en avanzar hacia un modelo de movilidad sustentable con estándar metropolitano.
Un salto de calidad en transporte público
Los nuevos vehículos, fabricados con tecnología de última generación, fueron diseñados bajo el estándar RED que rige en la capital, adaptado a las condiciones urbanas y climáticas del valle de Cachapoal. Cada unidad ofrece aire acondicionado, calefacción, cámaras de seguridad, conexión Wi-Fi y puertos USB para los pasajeros. El piso bajo continuo y las rampas retráctiles garantizan accesibilidad universal, mientras que el sistema GPS y los paneles informativos permitirán monitoreo en tiempo real y mayor regularidad en los servicios.
“Este es un avance tangible en la calidad de vida de las personas. Queremos que el transporte público de las regiones sea digno, moderno y eficiente”, señaló el gobernador regional, agregando que el objetivo es expandir gradualmente la flota eléctrica hacia Machalí y Graneros en una segunda etapa.
Autonomía y operación inteligente
Las micros eléctricas cuentan con una autonomía promedio de 210 kilómetros y una capacidad para 48 pasajeros. Su operación diaria se realizará mediante un sistema de recarga nocturna centralizada en el nuevo Electroterminal Rancagua, instalado en el sector oriente de la ciudad. Este punto de carga dispone de infraestructura fotovoltaica de respaldo y un sistema inteligente de distribución energética, optimizando los tiempos de carga y reduciendo el consumo de la red.
Con este modelo, Rancagua se suma a la red de electromovilidad nacional que impulsa el Ministerio de Energía, con más de 2.000 buses eléctricos en operación en Chile hacia fines de 2026. En el caso de O’Higgins, se proyecta que la incorporación de estas unidades permita disminuir más de 700 toneladas de CO₂ anuales y reducir significativamente la contaminación acústica en zonas de alta densidad habitacional.
Diseño urbano y conectividad
La implementación de la flota se complementa con mejoras en la infraestructura vial y peatonal de la ciudad. Los principales ejes de circulación —como Avenida República de Chile, Carretera El Cobre y Millán— contarán con nuevas paradas accesibles, iluminación LED y señalización para favorecer el uso compartido entre peatones, bicicletas y transporte público. Además, se incorporan prioridades semafóricas y sistemas de monitoreo digital conectados al centro de control regional.
El proyecto se integra también al Plan Nacional de Movilidad Sostenible, que busca fortalecer los servicios de trenes de cercanía y buses eléctricos en ciudades intermedias, contribuyendo a reducir la dependencia del automóvil privado. En el caso de Rancagua, la sinergia con el tren Rancagua Express permitirá una conexión fluida con Santiago y futuras redes interurbanas del eje Santiago – Rancagua – Valparaíso.
Ciudad inclusiva y sustentable
La llegada de buses eléctricos no solo representa un cambio tecnológico, sino también cultural. La educación ciudadana sobre el uso del transporte limpio y la convivencia vial forman parte del plan, con campañas escolares y comunitarias orientadas a promover la electromovilidad como pilar del desarrollo regional. “Rancagua está dando un paso real hacia una ciudad inclusiva, verde y eficiente. Este proyecto no es un piloto: es el futuro en marcha”, sostuvo la Seremi de Transportes de O’Higgins.
Visión SANRAVAL
La incorporación de electromovilidad en Rancagua es un hito dentro de la visión SANRAVAL: construir una macrozona tripolar conectada, moderna y sostenible. En este modelo, cada ciudad aporta un rol estratégico —Santiago como capital administrativa, Valparaíso como nodo portuario y Rancagua como polo productivo e industrial—, unidos por una red de infraestructura verde y transporte limpio. La movilidad eléctrica es, en este sentido, una herramienta de cohesión territorial y competitividad regional.
En el Chile Central del futuro, los buses eléctricos de Rancagua serán más que un medio de transporte: serán un símbolo de transición justa, eficiencia urbana y compromiso ambiental compartido.
Redacción SANRAVAL · Fotografía: Gobierno Regional de O’Higgins